jueves, 30 de marzo de 2017

La Casita de Muñecas


Casi todos los años para nuestro cumpleaños, una de mis mejores amigas y yo, nos enviamos un regalito. Si puede ser, a las dos nos hace ilusión que sea algo hecho a mano.

Ella tiene una colección preciosa de varias Familias Sylvanian (como los zorritos que os mostré en la entrada anterior) y una vez me dijo que de todos, sus favoritos eran la Familia Conejo.

Así que mi Familia Fox se puso manos a la obra para que sus parientes lejanos, tuvieran una casita donde vivir.


Tenía intención de hacer una sola entrada donde mostraros el proceso y el resultado, pero se estaba convirtiendo en una entrada kilométrica, así que finalmente la he dividido en dos partes.


Aquí os voy a mostrar el resultado final y varias escenas que fotografié con mis propios Sylvanian, para que os hagáis una idea de como quedó todo. Veréis que en realidad es una casita muy muy sencillita. 

La Cocinita

Hice cosas a mano; pinté, empapelé... cosí otras a maquina y algunos accesorios como la ventana, las cestas de frutos o la jarrita verde, los compré. En la siguiente entrada os explicaré bien todos estos detalles. 

El Comedor

A mi amiga le encantó y se que le hizo muy feliz. Hizo unas fotografías muy bonitas con sus muñequitos, lo que más me gustó es que ella colocó diferente toda la casa, a su gusto.

Por eso evité pegar los muebles para que ella pudiera colocar las cosas como le apeteciera, excepto la ventana y la mini repisa (o pollete) de la cocina. Esas dos cosas, sí las fijé. 

Le preguntaré si me da permiso para traeros alguna de sus fotografías, por que son preciosas.

El Dormitorio

Aunque la casita está pensada para todos sus Sylvanian, me enfoqué un poquito más en los conejitos porque son sus favoritos, en especial a la hora de decorar con fotografías. 


Utilicé también materiales que tenía por casa, como los carretes de madera que había comprado para enrollar mis cintas y puntillas. Se me ocurrió pegarlos a unas rodajas de tronquitos para hacer los asientos, la mesa de comedor y el pequeño escritorio/tocador, del dormitorio. 


También utilicé un par de bases de camafeos blancos, que tenía de cuando vendía cositas en mi tienda online. Uno lo usé como cabecero de la cama (el de los pajaritos) y el otro, como marco de fotos de un "Tío Abuelo Conejo" que hice editando con pegatinas del picmonkey, una fotografía de un conejo sylvanian hasta convertirlo en un antepasado de alta alcurnia jajaja


Disfruté mucho haciéndola, siempre me ocurre que me apetece hacer más cosas si sé que son para alguien que quiero.


Tenía ganas de hacerme algo así para mí y no fui capaz jajaja


Para mi misma, soy una vaga...


La casita completa...


Y hasta aquí esta parte. El próximo día os mostraré el proceso, los materiales y todas esas cosillas...



¡Fue tan divertido hacerla!! (。◠‿◠。)




¡Hasta el próximo día! :)




jueves, 16 de marzo de 2017

El Regreso del Petirrojo


¿Sabéis de ese tipo de personas que siempre van cámara en mano, ya sea del móvil o de una réflex? Bueno, pues definitivamente, esa no soy yo.

Siempre fui y me temo que siempre seré... (aunque hago poco a poco avances), la mujer de las cavernas.

Por eso fui la "hippie" que aún no tenía móvil cuando todo el mundo ya tenía y después pasé a ser la "rarita" que iba con un ladrillo, mientras todo el mundo tenía un móvil de última generación. Así que cuando voy a algún lado, siempre acabo dejándome el móvil o pasando olímpicamente de la cámara.


Y no creáis que no me arrepiento de esto en muchas ocasiones, pues a veces veo cosas preciosas y me sabe mal no inmortalizarlas. Encima el Sr. Luno es un poco como yo en estas cosas; y así nos vimos una vez, perdidos en mitad de la montaña y sin manera de comunicarnos con nadie. Ese día fue una pesadilla, pero eso ya es otra historia…

Esto no significa que no nos gusten, a él le encantan los juegos de pc y a mí los blogs, las redes sociales… aunque no las tengo enlazadas al móvil, así que si quiero escribir me tomo un tiempo relajadamente sentadita en el ordenador.

Por eso en ocasiones si ando liada, me desaparezco un poquito. Pero es la manera de no saturarme, pues las tecnologías aunque me gustan, siempre me agotan un poco.

Pero un sábado bien temprano, al despertar, le dije al Sr. Luno que necesitaba ir a por unas ramitas para hacer un trabajo. Él ese día estaba un poco cansado y fue difícil de convencer, así que se me ocurrió que podríamos ir a la montañita que tenemos más cerca de nuestra pequeña y gris ciudad.

Vivimos en una ciudad cerca de Barcelona bastante bien comunicada, pero sosa, gris y desangelada.

Cuando por fin logré que se levantara de la cama, me acordé que podría llevarme a la mini excursión unos amiguitos nuevos…


Los conocimos días antes, en una hermosa juguetería del centro de Barcelona.

Joguines L'ou

Así que por esta ocasión, me llevaría la cámara. 


Cuando llegamos allí, las hojas de pino dibujaban el cielo…


Y había muchísimas ramas por el suelo, así que pude hacer buen acopio para manualidades y entretenerme haciendo fotos.



La mariposa discreta…


y mis amiguitos cobraron vida…


Paradita para desayunar... 



-¡Cariño! Gírate, despacito…

Y entonces lo vi.

¡Un… un petirrojo! ¡Dios mío un petirrojo de verdad!

Era regordete y saltarín… no paraba de dar saltitos cerca de nosotros.

Se me escaparon las lágrimas.

-Cariño… cariño… tú sabes lo que significa…

-Si mi amor, ya lo sé... anda saca la cámara despacito, que no se asuste.

Hice las fotos con el zoom para no asustarlo, la lástima es que no funciona demasiado bien. 
Las amigas que me estéis leyendo y me conozcáis de hace tiempo, sabréis lo que significan para mí los petirrojos, por eso hace unos años creé para este blog una colección llamada “Secret Garden” inspirada en mi amada novela “El jardín secreto”, que tenía como absoluto protagonista al petirrojo.

Ese amiguito que le indicó el paradero de la llave, a Mary Lennox… una llave que abría el jardín que se convirtió en refugio y esperanza de la niña. Toda una metáfora de la vida.

Y al rato, cuando no podía más de la emoción, apareció otro más esbelto y escurridizo.


La vida es así.

De todos los paisajes bellos de los que he disfrutado; los campos de Jaén en la casita del pueblo, los bosques de Gerona en la casita familiar del Sr. Luno, las excursiones de mi trabajo con los nenes. Las casitas de mis amigos en la sierra de Madrid o en Teruel… 

De todos aquellos lugares de los que no hice fotografías, pero los tengo grabados en el corazón… En este lugar, en el menos agraciado de todos. Me encuentro por primera vez en persona con mi querido amigo, el petirrojo.

Y lo que nunca me hubiera perdonado, es no haber tenido la cámara en ese momento en la mano.


Necesitaba tener constancia de su regreso.

Pues enseguida supe que era una señal.


En una de las ocasiones en las que me fui, la más larga de mis ausencias, fue porque me enteré de algo que me dejó el corazón roto en mil pedazos. Entonces la desilusión, lo envolvió todo.

Pero ahí estaba mi viejo amigo, el pequeño petirrojo. Esta vez manifestándose de forma real.

Él había regresado.

Y ya era tiempo de que regresara,

Yo también.


lunes, 6 de marzo de 2017

Un ratito en la India

Quería enseñaros algo que hicimos mi madre y yo hace mucho, para mi rincón favorito de casa.

Compré unas telas y mi madre me ayudó a coser esos sofacitos en forma de "L", que podéis ver en la foto, después coloqué varios cojines que ya tenia y se convirtió en un pequeño "chill out", inspirado en la India que tanto me gusta...


Al otro lado había un gran Buda tallado en madera y digo "había" por que ahora está colocado en otro lugar, hace unos años tomé la decisión de quitar mi amado chill out para meternos en obras en el mini pisito.

Como no dispongo de demasiado espacio, ese rinconcito ha acabado siendo un tallercito donde guardar mis materiales de manualidades, costura y demás cositas.

Pero guardo en mis recuerdos como un tesoro, los ratitos de meditación, charlas y risas (y los porrazos de mis amigos a mi viejo yembé >__<) mientras tomábamos el té, ahí sentaditos.

Mi viaje soñado siempre fue ir a la India, pues desde niña me pareció el lugar más mágico de la tierra y por unos años, entraba a mi pequeño chill out y allí sentada pintando mándalas o escuchando música, me imaginaba rodeada de majestuosos elefantes mientras un aire cálido con aroma a especias me acariciaba la cara, así podía pasarme las horas, adentrada en mis fantasías.

En aquellos ratos nació La fuerza de Narayani que unos años después, me atreví a publicar en el blog y en el canal de youtube:


Un día os hablaré de Ganesha y Sarasvati (Ganesh & Saraswati) mis dos dioses hindúes favoritos.

Sarasvati es la diosa que protege las Artes y Ganesha además de apartar los obstáculos del camino de la vida, protege e inspira a los Escritores :)

Pronto os traeré por aquí los tesoros de la India que guardo desde hace años.

¡Hasta el próximo día!