Erase una vez una sirena que vino de muy lejos... nada menos, que de seis años atrás...
En 2010 publiqué en youtube y en el blog mi cuento "Hay una sirena en mi pecera" y en 2011, pensé en añadir una nueva colección de cositas hechas a mano, inspiradas en mis propios cuentos.
Esta colección se llamaría "Cuentitis":
Esto se quedó un poco en el tintero, pero en Junio de ese mismo año me dio tiempo de hacer el primero...
*La Sirenita de Martín* (el primer cuentitis).
Estas fotografías menos mal que las tenía subidas al Flickr desde aquel 2011, por que no las encontraba por ningún lado...
Encima tuve un percance con una memoria externa y he perdido algunas cosillas.
Queda pendiente terminar y traer por aquí a Ronualdo, el principe sapo y a el Hada Maribel, que los tengo a medias desde hace milenios.
Me gusta ir subiendo todas las cosas que he hecho, aunque a veces tardo demasiado y me veo en la situación de ir subiendo cosas que se que ahora haría de otra forma, pues en estos años y ausencias, he aprendido a coser a maquina, bordar y poquito a poco he ido mejorando en otras cosillas, que tenía atragantadas.
Sigo siendo aprendiz de muchas cosas pero en realidad es algo que no me molesta, al contrario, me anima mucho. Me divierte ir experimentando cosas, aprender de los errores y no encasillarme.
Hace poco estuve revisando mis cuentos y me topé con una especie de formula, que de forma inconsciente me di cuenta que seguía. Algo así como una mezcla, que se produce en mi interior:
50 % Experiencia Real (Algo que necesito expresar, vivencias propias o cercanas, recuerdos) + 40% Imaginación (a veces ayudada por sueños) + 10% Influencias Artísticas (de lecturas, ilustradores...).
O en el caso del "Hombre del Mercedes Rojo" o del relato "El Collar Azul", solo me limité a recordar y narrar, algo que había vivido de verdad.
Esto no era ningún secreto, pues creo que las personas que me conocen reconocen algunas experiencias que he contado alguna vez, en ellos.
La perdida de alguien querido, la esperanza de encontrar el verdadero camino, el refugio que otorgan los seres fantásticos en la niñez, la magia de dejarte encontrar... que ningún defecto arruine nunca tus sueños, que no hay magia sin ilusión... que a veces es divertido probar cosas nuevas.
Así es como un día de aquellos en los que sentí la necesidad profunda de ayudar a un buen amigo que había perdido su trabajo, encontré está ilustración...
Mi amigo, tres años menor que yo, se sentía perdido y entonces esta ilustración de Penny Parker apareció mientras miraba imágenes hermosas en Internet.
Quizá no era la más espectacular de todas las que había visto, pero fue la que me hizo "CLIN" y comenzó la magia...
Pequeño, sencillo, inexperto...
Pero con toda la fuerza de quien de corazón, quiere consolar a otra persona.
Ser soporte de alguien cuando lo necesita, es bueno para la salud.
Pues agranda el corazón.