domingo, 22 de febrero de 2015

La ladrona de botones

Desde que era muy, muy pequeñita...


Me gustaba espiar a mi madre mientras cosía y el momento más emocionante, era cuando sacaba su vieja caja de lata, la abría y aparecían botones de todos los colores, algunos brillantes como pequeñas piedras preciosas.

Entonces cuando mi madre se levantaba para hacer cualquier cosa, yo corría hacía la cajita y robaba los botones que más me habían llamado la atención.

Yo sabía que si se los pedía ella me los hubiera dado, pero escabullirme y robarlos, era lo que más me divertía. Siempre fui una niña bastante obediente y tímida, así que en esos momentos de pequeñas travesuras me sentía intrépida, aventurera y valiente, como las heroínas de mis cuentos favoritos.

Con los años mi timidez se fue marchando un poquito, pero continué siendo una ladrona de botones.

La ultima vez que estuve en casa de mis padres, me escabullí a la habitación de costura de mi madre, busqué la vieja latita, que con los años cuesta horrores abrir y robé un buen botín.

Mi madre en ese momento entró y me señaló las otras cajas, que tiene llenas de botones, pero a mi esas no me interesaban, yo quería los botones viejitos, los de la cajita de lata.

Mientras buscaba algo donde meterlos mi madre volvió con el tarrito de cristal lavado, de las aceitunas que habíamos tomado en el aperitivo, aun tenía parte de la etiqueta pegada y esto me dio una idea...

Había visto en varios tutoriales y en pinterest, unos botes adornados con unos animalitos y siempre me quedé con las ganas de hacer algo así.

Cuando llegué a casa froté el botecito para quitar la etiqueta restante, enchufé mi pistola de pegamento y saqué mi colección de animalitos de plástico.


Primero pinté la tapadera con un gatito, pensé que en él guardaría los últimos botones que había robado, pero luego recordé que tenía más botes guardados en el cajón de la cocina y que entre ellos había otro similar a ese.


Así que hice otro con un conejito y ese si, finalmente, sería el que custodiaría mi tesoro robado.

En el cajón de la cocina me encontré con más botes e incluso una botella de zumo de cristal.


Comencé a pintar tapaderas y cuando me quise dar cuenta, ¡tenía toda una granja de animalitos en casa!


La botella de zumo, quedó así...


Los demás botes guardarán materiales, como cuentas de collar, gomas, etc.


Y mis tres favoritos los coloqué sobre una repisa.


Así me harán compañía, en mi rinconcito de trabajo...


Si os apetece hacer vuestros propios botes, solo necesitáis animalitos de plástico, pinturas acrílicas, pincel y algún tipo de pegamento fuerte o pistola de pegamento caliente.


Hay miles de tutoriales en internet sobre esto, en muchos casos he visto que pintaban con spray, el acabado puede que sea más perfecto, pero yo preferí pintar con pincel. Como tengo la costumbre de "aporrear" un poquito los botes antes de abrirlos, mis tapaderas tenían algunos golpes, pero me gustó mucho el toque "rústico" que esto les daba.

Y si queréis más ideas para hacer con botecitos, os recomiendo el blog de mi querida Sandra de "Mayninetes Crafty Life" pues tiene un blog precioso muy inspirador, lleno de tutoriales, donde proporciona segundas vidas maravillosas, a todo aquello que llega a sus manos.





¡Hasta el próximo día Haditas!
¡Nos vemos en el tejado! ^-^


viernes, 13 de febrero de 2015

Cthulhu enamorado

El año pasado quise hacer una postal especial para San Valentín, así que comencé a pensar cuales son las cosas que más le gustan en el mundo, al Sr. Luno. 

Una de ellas, es el escritor "H. P. Lovecraft", en especial dos de sus libros: "La montaña de la locura" y "La llamada de Cthulhu".

"Cthulhu" ha estado presente en varias conversaciones en el salón de casa, así que finalmente esta deidad inventada por Lovecraft, sería el protagonista de la postal. 



Bueno, una versión un poquito más ñoñita de él...  


La postal esta cosida a mano en fieltro, se puede abrir y dentro coloqué una pequeña dedicatoria ^-^


Ahora el pequeño Cthulhu convive feliz junto a "Huevo-Pollo" y junto al pequeño "Jawa" o Jawa arrepentido, como le gusta llamar el Sr. Luno al llaverito que le cosí, para otro San Valentín:



***

Espero que mañana tengáis un precioso día lleno de amor y de fiesta, siento haber tardado tanto en volver por aquí, pero el día de reyes decidimos salir a pasar el día fuera y regresé muy resfriada y desde entonces, he vivido en estado zombie todo este tiempo, con la nariz tapada y roja como un tomate, la garganta inflamada y arrastrando los pies allá por donde iba. 

¡Pero ahora ya estoy requetebien!! y tengo una bolsa enorme de piruletas en forma de corazón para repartir en San Valentín, es algo que vengo haciendo desde el instituto, pues ese día me gusta regalar una piruleta del amor a familiares, amigos y compis del trabajo, por que creo que se tenga o no pareja, es un día perfecto o mejor dicho una excusa perfecta, para celebrar el AMOR en todos sus sentidos.

¡Y esta es para vosotr@s!



¡Hasta el próximo día Haditas!